En las clases podemos encontrar algunos instrumentos como las claves, sonajas, maracas, los triángulos, crótalos, xilófonos, la caja china, el pandero o güiro. Al usarse sobre todo en los colegios, reciben el nombre de "Instrumentos de pequeña percusión". En la siguiente imagen podemos ver algunos de ellos.
En primer lugar, debemos dejar que los alumnos los prueben, que experimenten con ellos qué cualidades sonoras tienen y cómo se tocan, cómo cogerlos para que suenen mejor.
Luego, podemos hacer una introducción sobre ellos: su historia, su uso, familia a la que pertenece cada uno...
Después, se irían introduciendo poco a poco en algunas canciones sencillas que den pie a su uso. A medida que los alumnos tengan más destreza con estos, se irán haciendo interpretaciones más complejas. Hasta ellos mismos pueden crear composiciones con instrumentos.
De esta forma, el profesor tienen un mayor número de recursos en el aula, más allá del libro, la voz o la flauta. Y el alumno se adentrará un poco más en el mundo musical, aprendiendo qué instrumentos de los que disponen vienen mejor para acompañar cada canción que se interprete.
En definitiva, hacer uso de estos instrumentos es una experiencia enriquecedora, tanto para los alumnos, que tienen así una educación musical más completa, como para los maestros, que aprovecharán los recursos disponibles y se incitará a ser partícipe de la música, la cual, por desgracia, en la mayoría de los casos, se va dejando de lado en niveles superiores de la educación.
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