El profesor es junto a los alumnos, el protagonista de los procesos de enseñanza-aprendizaje;
influye en los resultados del aprendizaje, en el dominio del contenido
por parte del aprendiz y en el desarrollo de aptitudes hacia ese contenido.
El
maestro debe facilitar los procedimientos y estrategias para la adquisición e
interpretación de información, su análisis, comprensión, organización y la posterior
comunicación de la misma.
Conseguir un perfil de profesor que pueda asumir todas las
responsabilidades, hace que sea necesario pensar en una formación continuada del
maestro como aprendiz y enseñante, que le proporcione los instrumentos para la
interpretación y análisis de su actividad, y los medios para tomar decisiones
respecto a su actuación.
De hecho, un docente a lo largo de su formación
continuada durante el ejercicio profesional deberá seguir siendo siempre un
aprendiz de su materia, en función de las necesidades que se le planteen.
A un maestro de música se le exige ser maestro por su preparación general,
pedagógica y cultural, por sus conocimientos de psicología infantil, y además, ser
maestro de música. Sólo cuando se suman todos estos objetivos se logra satisfacer
la finalidad de la enseñanza de la música en la escuela.
Tras esta breve introducción, vamos a entrar en materia; el instrumento de la guitarra puede ser un útil recurso pedagógico en las aulas, es un instrumento musical polifónico de cuerda pulsada, utilizado en muchísimos géneros musicales como el blues, el jazz, el flamenco... excelente para hacer acompañamientos musicales e idóneo para enseñar lenguaje musical.
Si el maestro trabaja conceptos básicos de armonía, así como el desarrollo de la creatividad en la universidad, será un maestro de música muy capaz. La creatividad es imprescindible para hacer improvisaciones. Improvisar viene a ser lo mismo que hablar, primero lo hacemos por imitación y luego aprendemos gramática y sintaxis; es
decir, sin un guión previamente establecido pero con una serie de recursos que
constituyen los patrones rítmicos, melódicos, armónicos... que representan el bagaje
musical del improvisador donde confluyen todos los conocimientos e influencias
recibidas.
La improvisación es el producto de experiencias anteriores, unido a la
originalidad del momento.
Los alumnos también se verán altamente beneficiados si tienen un profesor competente; aprenderán más rápido, se interesarán por la materia e incluso puede que despierten en ellos el interés por aprender a tocar algún instrumento, no tiene por qué ser la guitarra obligatoriamente.
¿Qué mejor manera de aprender armonía, lenguaje musical e improvisación, que con un instrumento tan completo y didáctico como lo es la guitarra?
Los profesores de música deberían adquirir y desarrollar nociones básicas de acordes y ritmos para el apoyo de las canciones en el aula de Música de Primaria; adquirir conocimientos históricos del instrumento, o al menos dotar de herramientas al profesorado para la creación de recursos educativos en el aula de música.
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